domingo, 19 de agosto de 2012

REGRESANDO AL CAMPO


Buen día estimados lectores, esta semana sucedió un acontecimiento de particular relevancia, por lo menos para mi jeje. Pasa, que después de varios años de dedicarme a actividades meramente administrativas dentro de la organización, como visitas a clientes, elaboración de reportes, pago a proveedores, cobro a clientes y demás monótonas diligencias de oficina; se presentó la necesidad de realizar un levantamiento topográfico de dimensiones considerables alejado de la civilización. Mi compañero responsable del proyecto tuvo un imprevisto y no se presentó, así que me tuve que hacer cargo del trabajo yo mismo; siempre con la preocupación de que durante mi estancia en las inmediaciones de Avándaro, donde se llevaría a cabo el trabajo, estaría desconectado completamente de mis actividades correspondientes, ya que ni siquiera tendría señal en el móvil, y no se diga acceso a internet.

Fue una experiencia digna de ser contada, ya que me recordó mis inicios en esta hermosa profesión: lugar apartado en medio del bosque, clima cambiante, dieta a base de enlatados, y por supuesto machete en mano para abrir brecha.
 
Visibilidad menor a 50m

El día lunes, solos mi cadenero y yo, fuimos tomados por asalto por una densa neblina que primeo redujo la visibilidad a 50 metros, posteriormente a 10; mientras tratábamos de seguir adelante, una lluvia torrencial cortó nuestros deseos de avance, e hizo que nos refugiáramos en la camioneta, que afortunadamente íbamos moviendo conforme avanzamos. Después de poco más de una hora de inactividad dentro del vehículo, el clima “mejoró” un poco permitiéndonos cierto avance. Al menos no fue día perdido.

 Una vez que llegamos a la cabaña que nos daría alojamiento, nos encontramos a Esteban, el capataz del rancho quien en un gesto de grandeza y amabilidad nos esperó hasta las 7:30 pm para invitarnos a comer a su casa, ubicada en el poblado “Pinal del Marquesal”, aproximadamente a 20 minutos en vehículo del rancho. El tampoco había probado bocado alguno a esa hora.

Compartimos mesa con él y sus dos hijos en una humilde pero bellísima casa de block madera y teja, mientras su esposa calentaba tortillas (hechas a mano) en estufa de leña y otra mujer que nunca entendimos el parentesco, nos acercaba los alimentos: un poco de barbacoa, otro tanto de mole, frijoles de olla y arroz “anaranjado”; acompañados de guajes, rábanos, aguacates y pápalo frescos. ¡Qué delicia!

Secando el calzado
De regreso en la cabaña encendimos fuego, donde pusimos a secar nuestras botas al calor de la hoguera y preparamos un té para calentarnos un poco.

Al día siguiente hicimos el recorrido de casi hora y media para recoger a Pablo (un refuerzo para terminar un poco antes el trabajo) en la terminal de buses de Valle de Bravo; solo para enterarnos que llegaría casi dos horas después de lo acordado la tarde anterior; en fin, los imprevistos pasan y decidimos tomar un buen desayuno mientras tanto.

 De regreso al rancho, fuimos detenidos dos veces por militares para revisión del vehículo, por fortuna, sin graves incidentes. El día pasó relativamente rápido, haciéndose notorio el avance con una persona más, y sin más contratiempo que un becerro que se sintió invadido e hizo lo posible porque nos fuéramos de su espacio; para su desgracia éramos mayoría y contábamos con armamento de alta tecnología (trozos de madera residuos de las estacas que hicimos jaja).
Preparando el pan tostado

Por la tarde Don Esteban nos buscó alrededor de las 5 y nos llevó de nuevo a su casa para compartir los alimentos con nosotros. Regresamos a campo cerca de las 6:30 y continuamos hasta poco después de las 8.

Al llegar al campamento de nuevo hicimos fuego, y más tarde te, galletas y sopas instantáneas, que acompañamos con frijoles de lata mezclados con atún y pan integral tostado a la orilla del fuego.


 Al día siguiente repetimos la dosis de la cena para el desayuno y por fin llegó el día que logramos comenzar labores en hora decente. Esta vez tocó medir la orilla de un arrollo y la parte baja de una presa, presentando dificultades, ya que el primer tramo contenía abundante vegetación y el segundo era un tramo con el nivel de agua fangosa arriba de las rodillas. Mientras nos resignábamos a permanecer una noche más en el bosque, no dejaba de pasar por mi cabeza, aunque sin recordarla exactamente, la frase del  al Arq. Victor Sandoval: “La grandeza del éxito es directamente proporcional a la dificultad del desafío; dicho en otras palabras: que lo fácil lo hagan otros”.

Ya sin muchas esperanzas de concluir la misión en esa tarde, de entre la vegetación aparece casi milagrosamente el camino de terracería, y con él nuestro punto de arranque del levantamiento. MISIÓN CUMPLIDA.

Regresamos al campamento, cargamos nuestras pertenencias y partimos de regreso a la Ciudad de México, no sin antes agradecer a Esteban por su hospitalidad.

Esta hermosa experiencia me hizo recordar el porqué me dedico a lo que me dedico, y a pesar de que fueron tres días de lluvia, neblina, cansancio, ampollas, frío y calor, no dejaron de ser unas lindas vacaciones (de la monotonía del trabajo de oficina, cuando menos).


Arq. Dante Augusto Loeza Amaro
Coordinador de Proyectos MX Topografía

jueves, 26 de julio de 2012

¿MEXICO O MÉXICO?


Saludos estimados lectores, después de otra pausa en nuestro blog, les ofrezco de nuevo mis más sinceras disculpas por hablar de un tema que poco o nada tiene que ver con la topografía, arquitectura o construcción. Pero realmente me indigna que los encargados de la delegación Olímpica mexicana, hayan escrito en el uniforme de los atletas la palabra MEXICO, así, sin tilde.

So pretexto de que las mayúsculas no se acentúan (sic), omitieron solicitar a la empresa manufacturera la colocación de la tilde en los uniformes.

De nuevo en un hecho indignante que la gente que dirige el deporte nacional aparentemente no asistió a aquella clase donde la maestra Juanita explicaba que todas las palabras esdrújulas (aquellas que la antepenúltima sílaba es la tónica) llevan acento gráfico o tilde; además que la Miss debió haberles dicho que mayúsculas y minúsculas se acentúan por igual.

La RAE nos dice en sus consideraciones generales:

3.1. Consideraciones generales
: Siempre que se escriba con mayúscula, habrá de tener en cuenta las consideraciones siguientes:

3.1.1. El empleo de la mayúscula no exime de poner tilde cuando así lo exijan las reglas de acentuación (véase cap. IV). Ejemplos: Álvaro, SÁNCHEZ.               

Además de eso, se deslinda de cualquier ignorante (no encuentro otra palabra) que diga que “antes no se acentuaban”:

4.10. Acentuación de letras mayúsculas
: Las mayúsculas llevan tilde si les corresponde según las reglas dadas. Ejemplos: África, PERÚ, Órgiva, BOGOTÁ. La Academia nunca ha establecido una norma en sentido contrario.



Tengo la teoría, de que a finales del siglo XIX y principios del XX, cuando se popularizaron las máquinas de escribir “modernas” (que podían cambiar de mayúsculas y minúsculas), las tildes no se incluyeron en el diseño, ya que nuestros vecinos del norte no las usan generalmente, y cuando los ingenieros y técnicos de otras hablas, las incluyen, no las pueden colocar para las mayúsculas, ya que tendrían que hacer mas grande la línea de linotipia; resultando imposible “acentuar” mayúsculas.

Pero estamos hablando de algo que sucedió hace 100 años, y además, por carencias tecnológicas. Lo que pasó con los uniformes de la delegación mexicana tiene nombre y apellido: DECIDIA E IGNORANCIA. Pues eso.



Dante Augusto Loeza Amaro
Coord. De Proyectos MX Topografía

sábado, 30 de junio de 2012

PROFESIONALES Y PROFESIONISTAS.


Saludos estimados lectores; en la entrada anterior mencioné a los profesionales y a los profesionistas en la misma frase; lo cual generó bastantes comentarios al respecto, la mayoría pensando que fue un error. Creo que no lo es.

Un profesionista es aquella persona que tiene una profesión, es decir, cuenta con cierto nivel de estudios, y todos esperaríamos que se comportaran a la altura de ello y obtuvieran resultados en consecuencia de su preparación académica; cosa que no siempre sucede.

Un profesional, considero (a título personal y a diferencia del DRAE) que no es aquel que realiza una actividad como medio de vida, ya que si fuera así, podríamos decir que la persona que ameniza los viajes en autobús con su guitarra a cambio de una propina, sería un músico profesional. Más bien, es la persona que debido a su experiencia, práctica y desarrollo no sólo académico, brinda resultados y soluciones a la altura de las expectativas del cliente, jefe inmediato o empleador.

¿Se han puesto a pensar a cuántas personas sin título universitario les encomendamos  tareas de gran importancia? los frenos y el mantenimiento de nuestros vehículos por ejemplo; o ¿cuántos profesionistas son incompetentes o estafadores?

Teniendo en cuenta lo anterior, podemos decir que existen tres tipos de personas: los profesionistas profesionales (por ejemplo un ingeniero al cual recomendarías por su dedicación y empeño), los profesionales (quizás un plomero sin preparación académica universitaria, pero que hace excelentes trabajos) y los profesionistas que no son profesionales (como cierta anestesióloga que tomaba fotos para su facebook durante la cirugía).

Tengo entendido que esta diferencia existe solo en México, ya que en otras regiones hispanohablantes incluso les da “dolor de oído” el solo escuchar la palabra profesionista, por considerarla inexistente o inapropiada; y es por ello que utilizan la palabra profesional para definir tanto a una persona capaz, como a alguien con título universitario.

Pienso que la diferenciación debe existir, creo que la diferencia no es solo una palabra sino la actitud que tiene cada persona al enfrentarse con los problemas que le plantea la vida; también creo que en México hacen falta más profesionales que profesionistas.¿Ustedes que opinan?


Arq. Dante Augusto Loeza Amaro.
Coord. de Proyectos MX Topografía.

PD No se olviden de acudir a su casilla el día de mañana para ejercer su derecho al voto.

domingo, 17 de junio de 2012

El trabajo dignifica, la vagancia ilustra.


Comenzaré la presente entrada en este día del Padre, con una frase que mi papá decía con un tono un tanto en broma, un tanto en serio: “El trabajo dignifica, la vagancia ilustra”; cuánta razón, uno puede pasarse la vida en los libros, llenando su cabeza de conocimiento, pero éste no servirá de nada si no se aplica con fines prácticos, para entender la realidad, para modificarla. Creo que era su forma de decir: “Si el hombre quiere obtener éxito en su trabajo, es decir, lograr los resultados esperados, tiene que hacer concordar sus ideas con las leyes del mundo exterior objetivo; si no consigue esto, fracasa en la práctica. Después de sufrir un fracaso, extrae lecciones de él, modifica sus ideas haciéndolas concordar con las leyes del mundo exterior y, de esta manera, puede transformar el fracaso en éxito”[1].

Sea cual sea la ocupación de cualquier persona, ésta debe interactuar con el resto de la sociedad y ser útil para la misma, y no hay mejor manera de lograrlo que conocer de primera mano los problemas que la comunidad tiene, sentirlos como propios y así lograr una respuesta de cambio, de mejora; como individuo y como comunidad. Ésta interacción directa con la problemática de la vida cotidiana y las soluciones que un individuo brinda día con día, es lo que los empleadores llaman “experiencia profesional”, y no puede adquirirse de otra manera que no sea ejerciendo un oficio o profesión.

En el intento de crecer como personas, como profesionistas y como profesionales; debemos tener la mente abierta para adquirir conocimiento de las maneras más insospechadas; ya sea un “descubrimiento” por casualidad de un símil, una epifanía mientras "turisteamos" en la plaza, un intercambio de palabras con el personal de limpieza o la interacción con el “viejito del pueblo”, puede hacernos cambiar la percepción que tenemos de algún problema en particular al que nos estemos enfrentando, y por tanto, la manera de abordarlo para encontrar la mejor solución. Este contacto con el mundo, que no se encuentra en los libros, es al que mi padre se refería como “vagancia”.

Últimamente me he encontrado con colegas más jóvenes, que parecen un poco desconectados de la realidad, que tienen los conocimientos técnicos para resolver un problema, pero al hacerlo lo conciben cual si fuera problema de libro de texto; sin darse cuenta que la mayoría de las veces la solución es en realidad mucho más simple; falta de “vagancia” diría mi padre. Me pregunto si es culpa de las instituciones educativas por mantener en sus programas de estudio la preferencia de teoría sobre la “praxis”, quizá la culpa es de los padres sobreprotectores, por resolverles todos los problemas que se les han presentado; tal vez la culpa es de ellos por preocuparse más por obtener una calificación que exigir una educación de calidad.

Lo cierto es que independientemente de quien sea la culpa, el problema es de todos, ya que los jóvenes de hoy, son nuestros ingenieros, arquitectos y médicos de mañana, y lo preocupante, es que la solución solo cabe en cada uno de ellos, el saber equilibrar cuanto “trabajo” y cuanta “vagancia” requieren en su vida profesional.

En fin, “El trabajo dignifica, la vagancia ilustra” cuanta razón…


Arq. Dante Augusto Loeza Amaro
Coordinación de proyectos
MX Topografía


[1] Mao Tse Tung Cinco Tesis Filosóficas, Sobre la Práctica, EDICIONES EN LENGUAS EXTRANJERAS PEKIN 1968

martes, 5 de junio de 2012

¿¿¿PRESIDENTA???


Saludos estimados lectores. Primero que nada, una disculpa por la ausencia en estas últimas semanas, la segunda disculpa es porque dedicaré esta entrada a algo que no tiene nada que ver con la topografía, pero sí con el mundo que nos rodea. Como la mayoría lo sabe, el próximo 1 de julio habrá elecciones presidenciales en nuestro querido México, y considero que independientemente de nuestra ideología política o partidista, TODOS deberíamos ejercer nuestro derecho al voto; aunque nuestros candidatos y los partidos que representan no nos convenzan del todo.

Aunque el tema que quisiera compartir con ustedes no es ese; el otro día caminaba por las calles atestadas de propaganda, me encontré con un espectacular que llamó particularmente mi atención: “JOSEFINA PRESIDENTA”. No es el momento ni el lugar para hablar de mis preferencias políticas, pero me parece verdaderamente indignante un error de este tipo de una persona que aspira a ser jefa del ejecutivo federal; me indigna ya que en éste “error” se equivoca el jefe de campaña de tres maneras diferentes (en 2 palabras, no sé si sea récord):

Primer error, “género”: Presidente (del participio activo de presidir; lat. praesĭdens, -entis); explicando un poco, el participio activo del verbo ser, es "ente". El que es, es el ente. Tiene entidad. Por esta razón, cuando queremos nombrar a la persona que denota capacidad de ejercer la acción que expresa el verbo, se le agrega la terminación 'ente'; en este caso, presidente: persona que preside; "persona" se usa por igual como para hombre como para mujer; por tanto, presidente, carece de género, se debe aplicar a femenino y masculino por igual.

A partir del C. Presidente Vicente Fox Quesada (otro torpe de primera), se generalizó el uso de los sustantivos femeninos y masculinos (quien no recuerda el clásico “chiquillos y chiquillas” en cualquier discurso del ex – preciso) para parecer “incluyente” con el sexo femenino. Tal vez esto motivó a los coordinadores de la publicidad de la candidata a proponerla como “PRESIDENTA”.

Segundo error “eufonía”. Me refiero al “buen sonido” de una palabra, que les parece si llegara alguien y les platicara lo siguiente:

- La pacienta era una estudianta, adolescenta, sufrienta, representanta e integranta independienta de las cantantas. Falleció y la velaron en la capilla ardienta ahí existenta del hospital.

Creo que cualquiera de nosotros, lo mandaríamos de regreso al jardín de niños a que aprendiera a expresarse, ¿o me equivoco? Entonces, ¿por qué permitimos que un candidato al puesto de elección popular más importante de nuestro país lo diga?

Tercer error, el más preocupante, el “Constitucional”: El capítulo tercero de la Constitución política de los Estados Unidos Mexicanos, nos dice lo siguiente:

 Artículo 80. Se deposita el ejercicio del Supremo Poder Ejecutivo de la Unión en un solo individuo, que se denominará "Presidente de los Estados Unidos Mexicanos."

O sea que NO existe el cargo “Presidenta”, y mientras no se cambie la Constitución, los mexicanos vamos a votar por un PRESIDENTE. ¿Acaso no saben ésto los coordinadores de campaña? ¿lo saben y no les importa con tal de hacerla ver "diferente"? Me quedo pensando 2 cosas, ¿son torpes? O ¿nos consideran torpes?

¿Ustedes que opinan?
Binevenidas, correcciones, críticas y comentarios

Arq. Dante Augusto Loeza Amaro
Coord. de Proyectos MX Topografía

Agradecimiento especial a la información de W. Molina y Martín Maglio.